Resumen:
Seguramente, tras leer el título de mi columna, levantará una ceja y, con descrédito, pensará
“en este contexto, ¿para qué sirve planificar algo si nada saldrá como imagino”?
Le pido que me brinde cinco minutos de su tiempo, para ofrecerle algunos que le permitirán
aprovechar las oportunidades cuando sucedan. Y, luego, usted elige.